2017/05/01

  • El beratarra Lucio Del Río se ha constipado a los pocos minutos de inaugurarse la campaña de captura del salmón en Navarra
  • El destemplado pescador se encuentra ya en su domicilio, arropado por su familia y por cuatro mantas de lana
Lucio luciendo lúcido su deslucido premio

Lucio Del Río Revuelto, vecino de Bera de 36 años de edad, se ha llevado a casa el primer catarro de la temporada al pescar "un pasmo salvaje y de grandes dimensiones", ha informado el Gobierno de Navarra en una nota de prensa. Al parecer, el joven se encontraba en la zona conocida como el Pozo de los Cincuenta junto a otros 49 pescadores, que dieron la voz de alarma al comprobar que Lucio no abandonaba su puesto tras haber agotado sus 20 minutos de turno. "Había venido muy valiente, sin chaquetica ni nada, y se ha quedado petrificado el hombre. Ya le advertimos de que iba un poco fresco, pero no nos hizo caso y ha tenido que acudir la ambulancia y toda la pesca", ha declarado un testigo del suceso.

Fiebre por la pesca

El parte médico proporcionado por el centro de salud de Vera de Bidasoa ha confirmado que el estado del paciente no reviste gravedad, si bien en un primer momento se temió por su vida "al presentar episodios notables de amnesia, aunque él mismo nos dijo que no nos preocupáramos por ello porque tiene 'memoria de pez'". "Además, el afectado mostraba piel azulada en todo su cuerpo salvo en los carrillos, que tenían color salmón, y andaba un poco pez, por el entumecimiento", continúa el informe, que destaca también que el pescador a cucharilla ya se había autoaplicado "unos primeros auxilios de emergencia utilizándola para revolverse un sobre de Cinfatós Complex" instantes antes de su llegada.

From lost to the river Bidasoa

Una vez en cama, el enfermo ha admitido a The Foral Telegraph "que se ha llevado un sabor amargo de las aguas dulces de Endarlatsa". "Nunca había intentado pescar el lehenbiziko y tenía el gusanillo... estaba con la mosca... me picaba la curiosidad...", se ha arrancado a relatar en pleno ataque de tos. Reconfortado por un sorbo de caldo caliente, Lucio Del Río ha rechazado la posibilidad de volver a intentarlo. "Ya he cubierto mi cupo de enfriamientos esta primavera. Sedal caso que hace dos semanas, por coger una perca, tuve el mismo percal. Cuando mordió el anzuelo fue la caña, pero enseguida empecé a moquear y estornudar. Todavía tiemblo cuando lo recuerdo", ha explicado en una febril titiritona.

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