2016/09/12

  • El establecimiento tiene autorización para albergar a 80 clientes, pero la Policía Municipal no contabilizó más de 30
  • El dueño cargó duramente contra la normativa foral, al considerar que la restricción de los tres metros cuadrados por persona se queda demasiado corta: "deberían ser siete u ocho metros, por lo menos"
Locales nocturnos en la calle Juan de Labrit de Iruña

La Policía Municipal de Pamplona denunció la noche del sábado a una discoteca situada en la cuesta de Labrit por no alcanzar su aforo máximo permitido. Una queja interpuesta por uno de los clientes motivó la presencia de los agentes y el posterior conteo, que no hizo más que certificar el exceso de espacio útil por persona. Concretamente, el local nocturno dejó libre un 67% de su superficie total autorizada, lo que supone una infracción grave según la Ley Foral 2/1989 de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Navarra.

"Con los metros mínimos por persona la gente no puede ni bailar Coyote Dax"

El propietario de la sala justificó su prohibición de entrada a más clientes alegando que "con los presentes ya gano suficiente", y primó la satisfacción general de la concurrencia sobre su interés personal: "no hay empujones ni agobios, no hace calor, tienen colgadores de sobra para todos... incluso dificulto los robos de chaquetas, móviles y bolsos al permitirles controlar de un vistazo todas sus pertenencias". La Asociación de Carteristas de Navarra ya ha anunciado que va ejercer la acusación particular contra el denunciado por "limitar el ejercicio de su labor profesional".

"Estábamos cuatro katos, kabiya mucha más gente"

Los amigos de lo ajeno no fueron los únicos que se sintieron perjudicados por la decisión del empresario hostelero, ya que hasta los propios asistentes mostraron su descontento con la cantidad de espacio disponible en el local. De hecho, el chivatazo a la Policía salió de uno de ellos: "somos de barra fija y con tanto sitio libre no teníamos excusa para no bailar. Además, como no había problemas para pedir, nos dejamos un riñón. Y encima estaba lo del baño: no había colas y así no hay forma humana de ligar", ha confesado a The Foral el autor anónimo del soplo, Patxi Vato Elmenda.

0 comentarios:

Publicar un comentario en la noticia