2016/06/22

  • El Ayuntamiento de Pamplona ha adquirido 1.000 unidades del robot aspirador y dispondrá paredes virtuales y bases de recarga por toda la ciudad
  • El objetivo es mejorar la eficiencia de las labores de limpieza y "en ningún caso supondrá despidos o recortes de personal", ha aclarado el concejal delegado de Ciudad Habitable y Vivienda, Joxe Abaurrea
Limpieza de la cuesta de Santo Domingo justo antes del encierro

Los trabajadores encargados de la limpieza viaria de Pamplona contarán desde el 6 de julio con un nuevo aliado tecnológico en su lucha contra la suciedad: el Roomba. El aspirador autónomo se unirá a la flota de máquinas barredoras y baldeadoras del Consistorio pamplonés tras superar con éxito una prueba piloto realizada en la Plaza del Castillo, considerada por muchos como "el cuarto de estar" de la capital navarra.

La Escuela Navarra de Teatro desea mucha mierda a los Roombas

El concejal de Bildu Joxe Abaurrea se ha encargado de detallar los pormenores del proyecto en rueda de prensa, y de desmentir también los rumores que apuntaban a una posible oleada de despidos por la mecanización del trabajo: "no nos hemos metido en este fregado para cepillarnos a nadie, es más, queremos barrer para casa dejando que los robots hagan el trabajo sucio y que los empleados puedan aspirar a otras tareas más llevaderas", ha justificado. "Las bases para cargar las baterías de los Roombas se situarán junto a contenedores y papeleras y en estos puntos siempre habrá un empleado de FCC para vaciar los depósitos y limpiarles las cerdas. Ni vamos a reducir jornadas creando contratos basura, ni estamos dispuestos a desechar un sólo puesto de trabajo; se trata más bien de un plan de reciclaje profesional", ha tranquilizado Abaurrea.

Roomba modelo Peret

El director comercial de Roomba en España, Nazario Barrio Gràcia, ha explicado que el Ayuntamiento de Pamplona ha optado por la adquisición del Roomba Peret, una versión catalana de Roomba adaptada para la aspiración de vías públicas y tuneada en el taller que la compañía tiene en Casteldefels. "En sí es un robot de serie forrado de papel Albal para que no se moje y al que se le ha añadido un dispositivo GPS que permite conocer su ubicación en todo momento. No es más inteligente que un Roomba casero -pues no sabe ni la U, tururú-, ni tarda menos en cargar la batería que uno normal, así que si lo veis durante mucho rato estacionado en la base no os alarméis porque no estará muerto, no no, estará tomando carga, lere lele", ha advertido el comercial.

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